Cuando nos disponemos a contratar gas natural en una vivienda, es común que surjan muchas dudas respecto al proceso: ¿Cuál es el primer paso que dar?, ¿está mi casa adaptada para la instalación?, ¿qué tipo de instalación necesito?… No son pocas las dudas que pueden surgir, y la desinformación puede ser una fuente de dudas. En este post, te explicaremos todo sobre la instalación de gas natural.
¿Cuál es el proceso?
Aunque parezca obvio, si tu domicilio no dispone de red de distribución, lo primero es que la red de gas natural llegué hasta tu casa. Para eso, debes contactar con la empresa instaladora autorizada, solicitar la conexión a la red de gas natural y aceptar sus condiciones.
Una vez terminada la conexión de gas natural a tu edificio, procederemos a la instalación de gas dentro del hogar. Esta debe ser realizada por un instalador autorizado, quien, al finalizarla, entregará la documentación correspondiente para poder conectar tu vivienda a la red de gas natural.
Cuando la instalación dentro de tu hogar esté ya conectada y funcional, deberás gestionar el contrato de suministro con una empresa comercializadora, que es de tu propia elección, que se encargará de hacerte llegar el suministro de gas natural a tu domicilio, usando el sistema gasista instalado por Nedgia.
En cuanto hayas encontrado el mejor contrato de suministro para ti, solo faltará la visita de nuestro técnico para colocar el contador y hacer la puesta en gas. Su función será comprobar que la instalación cumple la normativa vigente, colocará el contador de gas natural y hará la puesta en servicio.
Terminado el proceso, ahora solo queda la mejor parte: ¡empezar a disfrutar del gas natural en tu casa y descubrir, de primera mano, todos sus beneficios!
¿Cuál es el mejor sitio para instalar mi caldera?
No existe “el lugar ideal” para colocar la caldera, porque no existe una misma casa. Pese a eso, debemos encontrar un lugar idóneo: dicha elección irá estrechamente relacionada con su buen funcionamiento. La ubicación debe ser óptima para la conexión con las tuberías de agua y de gas, además de tener una ventilación acorde al tamaño de la caldera.
Es recomendable ubicarla en áticos, sótanos o azoteas, para que sus dimensiones no ocupen un espacio útil en el hogar y puedan convertirse en un problema.
Sea donde sea su ubicación, el área debe ser de al menos 4 metros cuadrados y el techo debe ser superior a 2 metros y medio de altura. Además, es recomendable que sea un espacio único y exclusivo para esta.