Margarita Bauza, técnico comercial especialista en soluciones de control de iluminación innovadoras y eficientes en B.E.G., presenta a su empresa como una compañía puntera en lo que se refiere a tecnología, garantizando ahorros energéticos, reducción de costes en la factura de la electricidad y compromiso con todas las normativas de eficiencia energética vigentes. También subraya la importancia del control de iluminación y de la luz natural.
Desde su perspectiva y teniendo en cuenta las tendencias que hoy marcan la actualidad del sector energético, ¿cómo define a B.E.G.?
Somos una empresa puntera tecnológicamente diferenciada, y especialista en control de iluminación y eficiencia energética, siempre orientada al confort, formando un gran equipo y colaborando conjuntamente en la mejor solución para cada cliente e instalación.
B.E.G. es una empresa adelantada a los acontecimientos actuales, porque hace 45 años ya pensaba en eficiencia energética, cuando en España apenas se contemplaba esta opción en las instalaciones.
En la práctica, ¿qué significa ser una empresa especializada en soluciones de eficiencia energética para el control de iluminación y automatización de edificios?
Significa que la tecnología de todos nuestros productos asegura ahorros energéticos, reducción de costes en la factura de la electricidad y compromiso con todas las normativas de eficiencia energética vigentes en cada país, adelantándonos al mercado actual, y siendo pioneros en la fabricación de nuevos productos. Disponemos de cuatro centros de investigación I+D a nivel mundial. Uno ubicado en España.
Somos una empresa referente en diferentes soluciones para cualquier tipo de instalación, adaptándonos a las necesidades de nuestros clientes, haciendo productos especiales para ellos.
«Siempre que se alcance el nivel de iluminación necesario para el desarrollo de las actividades de los usuarios, la luz natural será la mejor opción»
Desde vuestra perspectiva, ¿hasta qué punto puede la iluminación contribuir al ahorro y a la eficiencia energética?
La iluminación puede contribuir al ahorro y a la eficiencia energética mediante el control de presencia y el aprovechamiento de la luz natural en los edificios. Los edificios deberán actualizarse e incorporar sistemas de medición de luz de última generación para disminuir el elevado gasto energético en iluminación. El consumo de energía eléctrica dedicada a la iluminación, dependiendo del tipo de edificio, puede alcanzar un 50% en oficinas y, teniendo en cuenta que “la energía más barata es la no consumida”, pone de manifiesto la importancia de este control en edificios, tanto públicos como privados.
Siempre que se alcance el nivel de iluminación necesario para el desarrollo de las actividades de los usuarios, la luz natural será la mejor opción porque contribuye a importantes ahorros en el consumo de energía de los edificios.
¿Considera que los conceptos iluminación, eficiencia energética y confort son compatibles entre ellos?
Los conceptos iluminación, eficiencia energética y confort no solo son compatibles entre ellos, sino que deben de ir unidos, el uno sin el otro no tiene sentido, no olvidemos que los que habitamos los edificios somos las personas. De hecho, son fundamentales para la salud y el confort lumínico de las personas en cualquier tipo de edificio, ya que una gestión indebida de la iluminación puede generar poco rendimiento en el trabajo, malestar, enfermedades laborales, absentismo, etc. Por eso es tan importante gestionar todo esto globalmente.
Respecto al confort hay que dar relevancia al concepto de la luz natural para el bienestar de las personas que, mediante el uso de controles de iluminación, favorece la actividad de las mismas aumentando su productividad, por ejemplo, en oficinas y otros entornos laborales.
También podemos realizar proyectos con luz biodinámica que se adapta a los ritmos circadianos naturales. Por ejemplo, en el ámbito sanitario, una adecuada iluminación puede influenciar el estado de ánimo y, por tanto, combinada con otros elementos, contribuir significativamente al proceso de recuperación del enfermo. Se han realizado estudios a nivel europeo en los que, con la mejora de la iluminación de los centros sanitarios, se han conseguido algunos éxitos, como reducir las estancias en hospitales e incrementar la externalización del tratamiento de muchos pacientes. En definitiva, creando entornos más amigables para el paciente, se ha conseguido reducir significativamente los tiempos de recuperación, contribuyendo de una forma efectiva al bienestar del paciente y de prestación visual para el profesional.
Es conocida la ambiciosa hoja de ruta definida por la UE para transformar su economía en una sostenible, competitiva y eficiente en el uso de recursos, con el objetivo final de lograr la neutralidad climática en 2050. En este sentido, resulta esencial replantear el sistema energético vigente, hacia uno descentralizado, descarbonizado, digitalizado y democratizado. ¿Qué acciones están desarrollando desde B.E.G. para acompañar la necesaria transición energética?
En B.E.G. disponemos de un departamento de prescripción para sensibilizar en la autonomía con luz natural que pueden tener los edificios desde la propiedad, arquitectura, ingeniería… en definitiva, toda la cadena de valor. Y también medimos el ahorro gracias al uso de la tecnología de sistemas de edificios y redes de nuestros productos. Además, los productos de B.E.G. están especificados por el GBCe para contribuir a certificados de sostenibilidad como el LEED, BREEAM, VERDE, etc., mucho más exigentes que la actual normativa española.
En nuestra página internacional se puede ver la evolución de los valores correspondientes al ahorro estimado obtenido por el uso de nuestros productos. La liberación de CO2 por kWh depende en gran medida de la combinación energética de energías convencionales y renovables. También se muestra la cantidad de CO2 ahorrada por los productos B.E.G. y muestra cuántos árboles se necesitan durante un año para fijar la misma cantidad de CO2.
A través de nuestras instalaciones monetizamos el aprovechamiento de la luz natural que conlleva a múltiples ventajas: un gran ahorro económico que se materializa en un ahorro económico directo en la factura de la luz y que es una inversión parcialmente recuperable gracias a las ayudas y subvenciones que existen actualmente. Además, una de las principales ventajas es que permiten captar y aprovechar mejor la luz natural, usando energía únicamente cuando es necesario. Y parte de la inversión en eficiencia energética se puede monetizar con la obtención de un CAE (Certificado de ahorro energético).
Según B.E.G., ¿qué factores son importantes para la descarbonización de España? ¿Considera que la legislación actual y la regulación respaldan ese impulso a la descarbonización?
A nivel nacional todavía queda mucho trayecto para ponernos al día con este tema. Respecto a la legislación actual existe una normativa no obligatoria UNE-EN 15193-1:2019+A1:2022, esta norma es parte de una serie de normas destinadas a la armonización internacional de la metodología para la evaluación de la eficiencia energética de los edificios, llamado “conjunto de normas de EPB (energy performance of buildings).
Por otro lado, disponemos de la normativa española actual (el nuevo CTE DB HE3 que desarrolla las exigencias de eficiencia energética de las instalaciones de iluminación) y ya establece que “se instalarán sistemas de aprovechamiento de la luz natural que regulen, automáticamente y de forma proporcional al aporte de luz natural, el nivel de iluminación de las luminarias situadas a menos de 5 metros de una ventana y de las situadas bajo un lucernario…”. De este modo, el sistema de aprovechamiento de la luz natural regulará automáticamente y de forma proporcional el aporte de luz natural, el nivel de iluminación. Y aunque muchas instalaciones se ciñen a cumplir el reglamento únicamente con dispositivos crepusculares, B.E.G. da soluciones completas para el máximo ahorro.
Es importante que se proporcione una correcta iluminación en los edificios. La convención y los procedimientos en esta norma suponen que el diseño y los proyectos de iluminación instalados son conformes con las buenas prácticas de iluminación. Para instalaciones nuevas y reformadas en edificios del sector no residencial, el diseño de los sistemas de iluminación debería cumplir con los requisitos de la Norma EN 12464-1 de aplicaciones de iluminación para espacios de trabajo interiores, de la Norma EN 12193 para edificios deportivos, y de la Norma EN 1838 para iluminación de salidas de emergencia. Para los edificios residenciales, el sistema de iluminación debería diseñarse para satisfacer las necesidades de las salas del edificio. En el Informe Técnico CEN/TR 15193-2 [5] de apoyo, se proporciona una guía sobre los requisitos. Aquí se definen los métodos para estimar o medir la cantidad de energía requerida o usada para la iluminación de los edificios. La metodología de la estimación de energía no solo proporciona valores para el indicador numérico de la energía de la iluminación (LENI, Lighting Energy Numeric Indicator), sino también proporciona entradas para las estimaciones de la carga de calefacción y refrigeración para el indicador de la eficiencia energética combinada total del edificio.
La nueva Directiva de Eficiencia Energética plantea objetivos muy ambiciosos de ahorro energético, los cuales vienen recogidos en la nueva versión del PNIEC para España. En este contexto, ¿qué valoración hacen desde B.E.G. de estos objetivos, y en particular, ¿qué rol va a jugar el sistema de Certificados de Ahorro Energético para movilizar este mercado?
Desde B.E.G. creemos que el Sistema CAE es un gran impulso para España. Ya estamos trabajando con clientes y estamos teniendo los primeros resultados. Es el futuro. En otros países, como Francia y Alemania, están muy implementados.