Durante el ejercicio, la compañía ha avanzado en la implementación de la actualización estratégica 2024-2027, que pone foco en una transición energética rentable.
Repsol ha alcanzado un resultado neto de 1.792 millones de euros en los primeros nueve meses de 2024 −un 36% menos que el año anterior−, un periodo marcado por la volatilidad de los precios de la energía y los márgenes industriales. En el tercer trimestre, el resultado neto ha ascendido a 166 millones de euros, un 75% inferior al del trimestre anterior y 88% inferior al del tercer trimestre de 2023.
El resultado ajustado, que mide específicamente el comportamiento de los negocios, descendió un 30%, hasta 2.684 millones de euros en los primeros meses del año.
El resultado neto incluye un impuesto sobre beneficios con un tipo efectivo global del 34%. Entre enero y septiembre, la actividad de Repsol ha generado una contribución fiscal en España de más de 6.500 millones de euros, de un total global de 9.462 millones de euros en el periodo.
Actualización Estratégica 2024-2027
La compañía lanzó el pasado mes de febrero su Actualización Estratégica 2024-2027, que impulsa la apuesta multienergética de la compañía y prioriza la remuneración al accionista.
Siguiendo esta línea, Repsol ha puesto en marcha este año la primera planta dedicada exclusivamente a la producción de combustibles 100% renovables a escala industrial de la Península Ibérica y avanza en la comercialización de estos combustibles en más de 580 estaciones de servicio en España y Portugal.
Además, la compañía ha puesto en operación 897 MW de generación solar y eólica en los últimos doce meses, principalmente en España y Estados Unidos, lo que ha contribuido a que la producción eléctrica con energías renovables casi se duplique en el tercer trimestre frente al año anterior, hasta alcanzar los 1.587 GWh.
En la producción y desarrollo de proyectos de petróleo y gas destaca la actividad en aguas mexicanas del Golfo de México. En julio Repsol y su socio Eni realizaron un importante descubrimiento en el pozo Yopaat-1, en el Bloque 9. En agosto, Repsol incrementó su participación en el bloque 29, adyacente al descubrimiento en Yopaat-1, y donde ya desarrolla los hallazgos de Polok y Chinwol.
Avances en la producción y comercialización de combustibles renovables
Un elemento clave de la estrategia de Repsol se basa en el aumento de la producción de combustibles renovables y su puesta a disposición de los clientes como una solución de movilidad compatible con los actuales vehículos de motor de combustión y que no requiere de inversiones adicionales en infraestructuras.
La planta de combustibles 100% renovables de Cartagena, con una inversión de 250 millones de euros y una capacidad de 250.000 toneladas al año, utiliza aceite de cocina usado para producir estos combustibles, tanto para vehículos de carretera como para la aviación. A esta planta se sumará una segunda que se ubicará en Puertollano.
Repsol ya suministra en más de 580 estaciones de servicio en España y Portugal el Diésel Nexa 100% Renovable, un combustible premium de origen orgánico que contribuye a la descarbonización del sector del transporte. Durante el ejercicio ya se han vendido más de 33 millones de litros de este combustible.
Repsol tiene el objetivo de alcanzar 600 puntos a final de año y 1.500 en 2025. La comercialización de este tipo de combustible se está extendiendo en los mayores mercados de Europa, notablemente en Francia, Alemania e Italia, como opción asequible e inmediata de descarbonización del transporte por carretera.
Los combustibles renovables se están comercializando también en el transporte aéreo, un sector que tiene la obligación de incorporar un porcentaje creciente de combustible sostenible de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) a partir de 2025. Repsol ya ha firmado contratos de suministro de SAF con aerolíneas nacionales e internacionales, como Ryanair, Iberia, Vueling, Atlas Air, Volotea, Iberojet y Gestair, y colabora con entidades, incluyendo el Ejército del Aire, y constructores, como Airbus.
El uso de estos combustibles supone una reducción de hasta el 90% de las emisiones netas de CO2 en comparación con el combustible de origen mineral al que sustituyen, por la menor intensidad de carbono del combustible renovable.
Durante el ejercicio, Repsol ha firmado una alianza estratégica con Bunge para asegurar el acceso a la creciente demanda de materias primas con menor intensidad de carbono para la producción de combustibles renovables y ha entrado en el desarrollador de plantas de biometano Genia Bionergy, con un acuerdo para alcanzar el 40% del capital y crear así una plataforma de crecimiento en este gas renovable, considerado estratégico por la Unión Europea.
La estrategia de transformación de Repsol ha obtenido el respaldo financiero de diversas instituciones, como el Instituto de Crédito Oficial y el Banco Europeo de Inversiones.