El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha abierto hoy, 9 de octubre, el periodo de audiencia e información pública de la Estrategia de Almacenamiento Energético, que dotará al sistema de herramientas que aporten flexibilidad para garantizar la estabilidad de la red, minimizar los vertidos y garantizar la seguridad, calidad y economía del suministro.
El almacenamiento energético es clave en el proceso de transición hacia una economía neutra en emisiones debido a la variabilidad y a la parcial predictibilidad de las energías renovables. Este tipo de sistemas permiten hacer frente a las brechas instantáneas entre generación y demanda, lo que permite almacenar energía en los momentos en los que haya excedentes para que esté disponible cuando existan déficits. Además, el almacenamiento contribuye a la gestión de las redes eléctricas, fomenta la participación de la ciudadanía en el cambio de modelo energético y permite una mayor competencia e integración en el mercado eléctrico.
La Estrategia de Almacenamiento Energético, que forma parte del conjunto de actuaciones destinadas a alcanzar los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2020 (PNIEC) y a la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo, establece 10 líneas de acción que se concretan en 65 medidas diferentes, encaminadas a favorecer el efectivo despliegue del almacenamiento e impulsar la competitividad de la industria nacional en su cadena de valor.
“España es una isla energética, y por ello necesita contar con tecnologías que proporcionen flexibilidad al sistema energético, como el almacenamiento, esencial para garantizar la seguridad de suministro, incrementar la competitividad y garantizar precios bajos”, explica la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Para el desarrollo de esta Estrategia, se han cuantificado las necesidades de almacenamiento para alcanzar los objetivos del PNIEC. El documento contempla disponer de unos 20 GW de almacenamiento energético en 2030 y alcanzar los 30 GW en 2050, considerando tanto almacenamiento a gran escala como distribuido. El almacenamiento a gran escala y distribuido será aportado por diversos sistemas de la cartera disponible de tecnologías de almacenamiento tanto diario como estacional.